Con el tiempo se han incorporado al imaginario popular una serie de mitos y leyendas sobre el lenguaje no verbal que pueden erosionar en parte su imagen y credibilidad.
Ya sea por desconocimiento o por algún tipo de interés, a menudo, se difunden a través de diferentes medios, una serie de afirmaciones sobre lenguaje corporal que son, en parte o en su totalidad, falsas.
Estos mitos tienden a simplificar o llevar al extremo ciertos componentes de diversas teorías. Suelen, además, cometer el error de basarse o sacar conclusiones en base a un único gesto, siempre con el mismo significado con independencia de quién lo hace, del contexto, de las circunstancias, etcétera.
A continuación, hablamos de cinco de los falsos mitos más extendidos a nivel de lenguaje corporal
Si alguien mira arriba a su derecha cuando habla, está mintiendo
Esta creencia nace a partir de una interpretación errónea de una teoría que explica que existen patrones de dirección de movimientos de los ojos que pueden indicarnos si una persona está accediendo a imágenes, sonidos, sensaciones o a un diálogo interior, y a su vez si los está recordando o construyendo. Los ojos reaccionan y se mueven conforme a mecanismos que se activan en el cerebro, y la dirección adonde miran es un reflejo de estos.
Esto es algo muy complejo y para lo que hay que tener una serie de conocimientos para poder interpretar esta teoría, y a la vez tener en cuenta elementos que influyen para saber cuándo puede ser aplicable y cuando no. Recuerda que te hablo de todo ello en mi curso «Aprende a leer a las personas».
Un cruce de brazos significa bloqueo o disconformidad
Puede que sí, puede que no.
No podemos afirmar categóricamente que siempre es que sí, como se hace en infinidad de ocasiones. Hay personas que adoptan sistemáticamente una postura cerrada por la razón que sea, Costumbre o comodidad, por ejemplo. Y es cierto que desde fuera puedan parecer más inaccesibles o cerrados que si estuvieran adoptando una postura abierta, pero el hecho de que la adopten cerrada seguramente no se deba a nada relacionado con su entorno.
Sin embargo, sí que existe un momento en que una postura suele denotar incomodidad o negatividad: cuando se hace justo como una reacción inmediata a algo que acaba de pasar.
Todo aquello que se hace de manera reactiva e instantánea a algo suele ser una evidencia de lo que la persona está experimentando. Y aquí un cierre sí que puede ser tanto literal como figurado.
Cuando alguien se rasca al hablar es porque miente
Nuevamente, un falso mito sobre mentiras y lenguaje corporal.
Un picor o micro picor puede deberse a muchos más factores que estar mintiendo. Puede ser una necesidad que surge a raíz de algo que nos alerta y nos genera una activación física en el cuerpo que puede llevarnos inconscientemente a notarlo físicamente y a querer aliviarlo rascándonos o tocando la zona “afectada”. Y si mentir puede ser uno de los detonantes, también puede serlo el verse incómodo, abrumado, nervioso, …
Por ejemplo, alguien puede haber hecho un comentario que lleva implícito una acusación hacia ti. Eso puede alertar tus mecanismos de defensa y ponerlos en marcha. Entre otros factores, puede producirse un aumento del riego sanguíneo,
una vasodilatación, que acaba generando un breve hormigueo o sensación de picazón, y surge una necesidad irrefrenable de rascarse. Pueden darse por todo el cuerpo, pero acostumbran a darse sobre todo en la cara.
Sí que es cierto que experimentar un picor o micro picor cuando se está hablando puede generar una sensación inconsciente en nuestros interlocutores de que algo anda mal, de que lo que acabamos de verbalizar nos genera un impacto negativo. Pero ello no debe ser interpretado siempre como que alguien miente.
Todos los gestos se pueden interpretar, todos tienen un significado
Este es uno de los mitos más extendidos, y en el que más suelen caer las personas a la hora de sacar lecturas de lenguaje no verbal.
La realidad es que, por norma general, no podemos hacer una lectura a partir de un único gesto. Deberemos siempre tener en cuenta una serie de factores fundamentales, como son por ejemplo la línea base de comportamiento de una persona. Es decir, tener en cuenta si por ejemplo hay un gesto que hace siempre de manera recurrente y sin nada aparente que lo “detone”. En este caso, este gesto no tiene validez interpretativa ya que no se hace como respuesta a nada en particular.
A su vez, todos los gestos deben ser interpretados en conjunto. No podemos sacar conclusiones a partir de un único gesto aislado. Viéndolos con carácter global tendremos más herramientas para por ejemplo descartar que alguien esté experimentando nerviosismo por un gesto o conducta particular y momentánea, mientras que el resto del tiempo lo que transmite es confianza, seguridad, etcétera.
Podemos saber al 100% si alguien miente con base a su lenguaje corporal
Este es probablemente el rey de los falsos mitos. La realidad es que podemos tener indicios. Pistas que nos lleven a tener más elementos de juicio para evaluar las posibilidades de que alguien nos esté mintiendo. Pero jamás podremos decir categóricamente y al 100% que alguien está mintiendo por su conducta relacionada con el lenguaje no verbal.
Y es que, sin ir más lejos, los gestos, expresiones o corporalidades que podemos llevar a cabo cuando estamos mintiendo pueden ser extremadamente parecidos, si no idénticos, a los que podríamos hacer en otros escenarios. A saber: incomodidad, nervios, tensión, vergüenza, etcétera.
Por todo ello, debemos ser extremadamente serios y rigurosos a la hora de hacer una interpretación del lenguaje no verbal de cualquier persona. Debemos aprender o formarnos siempre a través de fuentes fiables. Y, a la hora de llevar a cabo nuestros análisis, debemos intentar recopilar el máximo de elementos de juicio: cómo es su línea base de comportamiento. En qué situación se encuentra a nivel personal. Qué relación tiene (o no) tanto con el escenario en el que se encuentra como con las personas que forman parte de él. Por supuesto, no siempre podremos contar con toda esta información, pero sí deberemos intentar recabarla en la medida de lo posible.
Así que te invito a que dejes en comentarios cuáles son los falsos mitos que habías dado por hecho, o que de alguna manera en algún momento hayas podido averiguar que no eran ciertos.
El mito yo creía cierto, y gracias a tu canal descubrí que no necesariamente lo es; es que cuando mientes te ríes o no puedes ver a alguien a los ojos.
Gracias a tu canal descubrí que son otros factores los que puede ocasionar eso; y la lectora debe ser general.
Gracias!
Mil gracias a ti Diana!
Yo tenía entendido que quien mira a la izquierda y arriba está mintiendo. Veo que es falso también. Por otro lado, se dice que quien juega con algo (llaves, gafas) mientras habla contigo en realidad no te está prestando atención y quiere poner fin a la conversación y salir «huyendo» ¿Hay algo de cierto en eseo?
Gracias pro tu valiosa información que nos entregas. Saludos desde Chile.
Hola Jordi, una pregunta un poco profunda: ¿los mentirosos «profesionales» lo son porque conocen bien el lenguaje no verbal o simplemente se creen sus propias mentiras y por eso no ofrecen evidencias?